Actualmente conocemos a Sony Corporation como el líder mundial en torno a la electrónica de consumo. Sin embargo, un aspecto destacable de su historia no se limita al desarrollo de tecnologías, sino al descubrimiento y uso del poder de la publicidad y la promoción para sus productos.
Una empresa que vio en la publicidad su puerta al éxito. Una empresa que utilizó la promoción como pieza clave; pieza que en la actualidad se busca constantemente para los negocios (leer: Consejos de Google para tu publicidad online).
La historia de Sony
Antes de llamarse Sony propiamente, la empresa nació con el nombre de Tokyo Tsushin Kogyo o ‘Totsuko’. Fue el año de 1946, y la idea surgió de dos japoneses compañeros en la Segunda Guerra Mundial: Akio Morita, un teniente de la marina japonesa; y Masaru Ibuka, que trabajaba como proveedor de la marina.
Ibuka había desarrollado un convertidor de ondas de corto alcance poco después de aquella guerra. Y Morita, quien vio esa noticia en el periódico, decidió que era un buen momento para reencontrarse con su excompañero para iniciar un emprendimiento.
Sin embargo, este gigante de la electrónica como lo conocemos en la actualidad, no comenzó en este campo. Su primer mercado apuntó al mundo de los electrodomésticos, y su primer producto -un aparato para cocinar arroz- fue un fracaso total.
Abandonando este sector, y viendo la posibilidad de crecer en el campo de la electrónica, Ibuka desarrolló en 1950 un grabador de cassettes llamado “Tipo G”. Pero la demanda inicial del producto fue baja.
Este fue el momento decisivo: un día Morita descubrió por accidente un manual del ejercito de Estados Unidos que listaba una gran cantidad de aplicaciones para un grabador de cassettes. Morita lo tradujo al japonés y lo comenzó a usar como material promocional. De ahí el despegue de la empresa. Los consumidores comenzaron a comprar el producto en grandes cantidades.
En 1951, los ingenieros de la Totsuko decidieron mejorar el grabador y fabricaron otro, el “Tipo H” para los hogares. En el mismo año, Morita descubrió la importancia que tiene el diseño en el producto, y la empresa incorporó por primera vez a un diseñador, llamado Sori Yanagi.
Luego del éxito de sus grabadoras (habían hecho otros modelos), y su gran demanda que los llevó a convertirse en una empresa más grande, ‘Totsuko’ comenzó a fabricar en 1954 una radio de transistores, llamada la TR-55. Dado al éxito de la radio en Japón, Morita decidió expandir el negocio a los EE.UU.
Pero la compañía tuvo un problema en cuanto al nombre de la empresa y de la radio en tierras americanas. Nadie podía pronunciar Tokyo Tsushin Kogyo ni ‘Totsuko’; pero lo peor, nadie lograba identificar el nombre de la radio con el producto. Debido a ello decidieron ponerle un nombre distinto a la radio. Luego de explorar varios nombres, llegaron a Sony, una combinación entre la palabra latina “sonus” que significa sonido, y la palabra en inglés “sonny” que en la jerga estadounidense se usa para referirse a un hombre joven.
La popularidad de la radio en EEUU fue grande que pronto todos comenzaron a llamar a la compañía por el nombre de la radio, “Sony”. Esto, finalmente, llevó a Morita a ver el potencial de la promoción del nombre de la radio y, en 1958, a cambiar formalmente el nombre de la empresa a Sony Corporation.
